La espiritualidad

 Conscientes de que los fieles tienen el deber "de trabajar para que el mensaje divino de salvación alcance más y más a los hombres de todo tiempo y del orbe entero"  y "encargados por Dios al apostolado en virtud del bautismo y la confirmación" , el grupo LAZOS DE AMOR MARIANO, conformado y dirigido en su mayoría por fieles laicos, quiere acoger el llamado del Papa Juan Pablo II a una "nueva evangelización" de la humanidad, partiendo en primera instancia, de la conciencia plena del llamamiento que tenemos "a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad"  vivida en el ámbito de la consagración total a Jesús por María.

Es por esto que los integrantes del grupo vivirán una fuerte vida sacramental, sobre todo en lo que respecta al Sacramento de la Eucaristía, procurando celebrarla diariamente, y la Penitencia cada que se necesite. Se propondrá llevar a un amor más encendido hacia Jesús y María a toda aquella persona con quien entre en contacto, como también hacia los Sacramentos y la Iglesia Católica. El estudio de la Palabra de Dios y de la Tradición apostólica a la luz del Catecismo y el magisterio de la Iglesia, sentarán las bases doctrinales del grupo.


En respuesta a la afirmación del Señor: "Todo lo que hacéis a estos mis pequeños me lo hacéis a mi" no solo contemplaremos a Jesús a través de los Sacramentos, la Palabra, la oración, etc, sino también a través del hermano pobre y desamparado.


Siguiendo la línea del Concilio Vaticano II, tenemos gran aprecio por los dones y carismas que el Señor "concede también a los fieles… con el derecho y la obligación de ejercitarlos en la Iglesia, en la libertad del Espíritu Santo", en unión con nuestros Pastores, "a quienes corresponde el juzgar la genuina naturaleza de tales carismas y su debida aplicación".

Serán nuestros pilares fundamentales el amor a la Eucaristía, la verdadera devoción a la Virgen María y la obediencia al Papa, su magisterio y a los Obispos en comunión con él, de la siguiente manera:

• Amor a la Eucaristía: Cada integrante, en la medida de lo posible, no sólo participará de la Eucaristía a diario, sino que, además, tratará de visitar a Jesús Sacramentado todos los días. Así también, trabajará con todas sus fuerzas para que Jesús presente en la Eucaristía sea más conocido y amado por todos.


• Verdadera Devoción a la Virgen María:
No nos ha de faltar el Santo Rosario todos los días, como tampoco las expresiones de ternura y de auténtica devoción a nuestra Madre. En el mismo grupo prepararemos a las personas para la consagración total a Jesús por María según el método de San Luis María Grignión de Montfort.


• Obediencia al Papa:
Como bautizados reconocemos al Papa como legítimo sucesor de Pedro, Vicario de Cristo y nuestro Pastor supremo, por esto nos sometemos amorosamente a lo que nuestro Pastor nos mande. Así mismo nos sometemos a lo que ordene el Obispo de nuestra diócesis.