Andrés Benitez es el consejero local de nuestro movimiento en Quito Sur y tuvo la gracia de estar junto al Papa en su visita al Ecuador. Andrés es misionero hace 4 años; "al mirar sus ojos vi misericordia, vi alegría, vi esperanza". Al estar junto a su Santidad, le regaló la camiseta de nuestro Movimiento. Esta es su historia.
Andrés nunca pensó que esta oportunidad se le iba a presentar, todo se dió "en el tiempo de Dios" como él mismo lo describe.
Su Párroco Hector Moposita hacía parte de la organización en el evento de la plaza Grande con el Parroco de la Categral de Quito. "Le pidieron a Lazos de Amor Mariano apoyo en la animación del evento y mi director Rodrigo Zuluaga me envió a mí" narra Andrés al ser elegido para estar en la Plaza Grande desde las 11AM junto a Gustavo del hermano Movimiento Schoenstatt.
Al estar de animador en la Plaza Grande, en la tarima de la Catedral frente a la Presidencia, existía en él una esperanza de poder ver al Papa más de cerca, aunque nunca pensó tenerlo frente a frente. "Al salir el Papa de la Presidencia el evento en la tarima ya terminaba" y con esto las posibilidades de ver al Papa, pero en los planes de Dios estaba Monseñor René Coba quien subió a la tarima con un fuego de gozo animando la gente y proclamando con entusiasmo "A Evangelizar con Alegría", lema de la visita Papal.
Esta prolongación de la animación, les permitió a Andrés y a Gustavo permanecer en tarima mientras el Papa estaba ya al interior de la Catedral, a escasos metros de Andrés. Pero era Gustavo el que tenía en su corazón esa fe viva "Espero que el Papa me pueda dar la bendición", le dijo a Andrés quien hasta el momento pensaba solo en poder ver al Papa, no en recibir una bendición personal. La fe de Gustavo dió fruto y ahora era Andrés quien quería con todas sus fuerzas poder recibir la bendición, y llegó el anhelado momento...
"No te lo esperas" nos cuenta Andrés al ver subir al Papa a la tarima. Sus ojos fijos en el Papa no le impidieron ver a Gustavo quien se arrodilla frente a su Santidad. "Doy dos saltos y me pongo de rodillas ante el Papa" y Andrés estaba allí, con esa oportunidad que Dios le había regalado. "no recuerdo si le dije Papa o Su Santidad, en ese momento simplemente salen las palabras" narra Andrés conmovido recordado el momento.
"Nunca se me hubiera ocurrido regalarle la camiseta" nos confiesa con sinceridad Andrés. Y es que fue su esposa quien le dió la idea si remotamente se le daba la oportunidad. "Yo llevé la camiseta para integrarme con el grupo una vez terminara el evento en tarima, por eso la tenía allí" nos cuenta Andrés quien hablando con su esposa presente allí le sugirió: "y si le regalas la camiseta de Lazos?"; La idea, que nunca se le pasó por la cabeza, lo llevó inmediatamente a pedirle permiso a su director local quien lo autorizó inmediatamente.
"Mi idea era regalarle una foto familiar que tenía allí, entonces le hice un rolllo con la camiseta, la até con una liga y se la entregué". Andrés también aprovechó el momento para pedirle que le bendijese unas medallas que tenía allí.
Andrés estaba impactado y ese corto instante lo revive con emoción: "vi misericordia, vi alegría, vi esperanza. En ese momento recordé todo... la Evangelii Gaudium" la cual estaba leyendo últimamente y no podía creer que tenía allí frente a frente a quien la había escrito y quien había elaborado aquellas palabras de esta Exhortación Apostólica. "En ese momento se concretó, conocí a ese emisario de Dios... ¡Está Aqui!"
Finalmente, Andrés nos cuenta qué sensación le queda del Papa al tenerlo tan cerca, al escucharlo estando junto a él. "El Papa es muy Universal, muy Católico. Nos invita a ser idénticos a Cristo" y siente en su corazón el gran pedido del Papa "Identificarme con Jesús" puntualiza.
Esta es una de esas historias que hace la vida un misionero única y hace que valga la pena trabajar intensamente por el reino de Dios día tras día.