En un profundo clima de oración y recogimiento, y después de haber invocado la presencia del Espíritu Santo, se hará esta oración con todo el corazón y con calma.
Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida. Sé que tú me darás la fuerza para perdonar. Te doy gracias porque tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo.
Señor, yo renuncio a el sentimiento de rencor que tengo contra ti, por todas las veces que pensé que tu enviabas la muerte a mi familia y la gente decía que era “la voluntad de Dios”. Si ha habido un resentimiento subconsciente en mí, renuncio a él.
También por las dificultades, problemas económicos, castigos, ya que pensaba que tú los enviabas a mí y a mis familiares. Señor, es posible que desde niño haya guardado estos resentimientos, pero, ahora yo renuncio a eso. ¡Comprendo que me amas y que quieres siempre lo mejor para mí!
Señor me perdono a mí mismo por mis pecados, por mis faltas y mis caídas. Por todo lo que es verdaderamente malo en mí, por todo lo que pienso que es malo, me perdono a mí mismo.
Me perdono. Por tomar tu nombre sin necesidad, y por no adorarte como tú te mereces.
Por haber herido a mis padres, por emborracharme, por drogarme, por mis pecados contra la pureza, por adulterar, por abortar, por robar, por mentir. Por todo esto me perdono sinceramente. Gracias Señor por tu gracia en este momento.
Señor, perdono a todos los que me han hecho daño. Yo perdono sinceramente a mi mamá. Yo le perdono todas las veces que ella me hirió, me causó resentimiento, que se enojó conmigo y todas la veces que me castigó; le perdono las veces que ella prefirió a mis hermanos y a mis hermanas en vez de mi. Le perdono las veces que me dijo: “tonto”, “feo”, “estúpido”, “el peor de todos mis hijos” y, también, porque dijo que le costé mucho dinero. Por las veces que ella me dijo que no era deseado, que vine a este mundo por accidente o que no era lo que ella había deseado, que fui una equivocación... yo la perdono de todo corazón.
Yo perdono a mi papá. Le perdono por las veces que no me ayudó, por su falta de amor, afecto y atención. Le perdono por su falta de tiempo y por no estar conmigo dándome su compañía. Le perdono sus hábitos de beber, sus discusiones y peleas con mi mamá y con mis hermanos. Por sus castigos severos, por abandonarnos, por haberse alejado de casa, por divorciarse de mi mamá y por las veces que prefirió estar fuera de casa. Yo lo perdono.
Señor, quiero que mi perdón llegue a mis hermanos y hermanas. Perdono a los que me rechazaron, mintieron acerca de mí, a los que me odiaron y me guardaron rencor, a los que me hirieron física y espiritualmente y a los que rivalizaron por el amor de mis padres. Aquellos que eran demasiado severos conmigo y me castigaron y que de alguna manera me hicieron la vida desagradable. Yo los perdono.
Señor, yo perdono a mi esposo(a), por su pérdida de amor, afecto, consideración, apoyo, atención, comunicación; por sus faltas, sus errores, sus debilidades, lo rutinario de su amor, sus acciones y palabras que me hirieron y me molestaron.
Jesús, perdono a mis hijos por sus faltas de respeto, obediencia, amor, atención, apoyo, afecto y comprensión; por sus malos hábitos, por no querer ir a la Iglesia y por todas las malas acciones que me molestaron.
Dios mío, perdono a mi yerno, a mi nuera y a mis otros parientes políticos que trataron a mis hijos sin amor. Por todas sus palabras, pensamientos, acciones y omisiones que me hicieron daño y causaron dolor, yo les perdono, Señor.
Señor, ayúdame a perdonar a mis parientes, mis abuelitos y abuelitas que hayan interferido en mi vida familiar, que hayan sido posesivos en relación a mis padres, quienes pudieron haber causado confusión o hecho que uno de ellos esté contra el otro.
Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros de trabajo que me desagradan y que me hacen la vida molesta. A aquellos que me recargan de tareas, que me critican, que no cooperan conmigo y a los que se esfuerzan por quitarme mi trabajo; yo les perdono Señor.
También perdono a mi obispo, a mi párroco, a mi Iglesia, a mi comunidad por su falta de apoyo, su mezquindad, falta de amistad; por no alentarme como debían, por no ser una inspiración para mí, por no ponerme en puestos en que yo me sentía capacitado, por no invitarme a servir en tareas en que yo creía que podía ser útil y por todas las heridas que me causaron; yo les perdono en este momento Señor.
Señor, yo perdono a todos los profesionales que en alguna forma me ofendieron: doctores, enfermeras, abogados, policías, empleados de hospitales, etc. Por lo que me hayan hecho, yo les perdono en este día.
Señor, yo perdono a mi jefe por no pagarme lo debido, por no apreciar mi trabajo, por no ser bondadoso y razonable conmigo, por tener mal carácter, ser poco amistoso, por no darme un puesto mejor y no felicitarme en mi trabajo cuando lo merecía.
Señor perdono a mis profesores e instructores tanto del pasado como del presente. Aquellos que me castigaron, me humillaron, insultaron, fueron injustos conmigo, se burlaron, me dijeron tonto, estúpido e hicieron que me quedara después de clase.
Señor, yo perdono a mis amigos que hablaron mal de mí, que perdieron contacto conmigo, que no me dieron apoyo, que no estuvieron disponibles cuando yo les necesitaba, a los que les presté dinero y no me devolvieron, a los que me criticaron.
Señor Jesús, yo oro en forma especial para obtener la gracia de perdonar a la persona que más me haya ofendido. Yo te pido poder perdonar a quien considero mi peor enemigo, al que me cuesta más perdonar o al que digo que nunca le perdonaría.
Gracias Señor, porque tú me libras del mal y me ayudas a perdonar. Gracias por tu amor y paz. Haz que tu Espíritu Santo ilumine todos los rincones de mi mente. Amén.